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Experimentar el cambio

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Experimentar el cambio

La banda Platense, nacida en el 2008 ya cuenta con cuatro discos, todos ellos con la premisa de encontrar un sonido propio y experimentar el cambio y la mutación. De orígenes apoyados en el rhythm and blues primitivo con fuertes raíces de psicodelia temprana y anfetaminas, la banda fue mutando al rock barroco y en su cuarto disco, Dorado y Eterno, resumen ese devenir en la psicodelia más ligada al sunshine pop. Han tocado en diferentes puntos del país y en Chile, Brasil y Uruguay. “Cuando nos preguntan por nuestro estilo, nos cuesta encontrar una definición que lo englobe. La palabra Psicodelia podría encajar siempre”.
Cuentan con sello propio, Von Halton Discos, en el que editaron todos sus discos. En la actualidad  se encuentra en la etapa de preproducción de su quinto trabajo en Triple RRR Discos (en el cual reeditaron Dorado y Eterno), que saldrá en 2014,
Thes Siniestros está formada por Juan Irio en bajo y voz, Marto Remiro en guitarra y voz, Flavio Dettbarn en batería y voz y Santiago Monroy en guitarra y voz. 

¿La creación de la banda fue en el año 2008, y ya cuentan con cuatro discos y están trabajando en un quinto... Como explican esto, que los llevo a gravar casi una vez por año?
Fue algo natural, porque todo el tiempo estamos probando nuevas canciones que después queremos poner en un disco. Nos gusta eso, nos gusta pensar en discos y por eso siempre es una buena meta querer grabar algo nuevo. Y la sensación de entrar a un estudio y poder escuchar eso que hasta ese momento sonaba como un ensayo y se perdía, que ahora suena a disco, lo que nosotros escuchamos en las bandas que nos gustan de repente se materializa en algo nuestro, y la cosa cierra. Igual no tendría sentido si esto fuera grabar por grabar. Nosotros grabamos cuando creemos que está lista la idea que a nosotros nos convence, sino no grabamos. Y no editamos discos por editar, queremos hacerlo porque creemos que lo que logramos es algo que nos gusta. Hoy la tecnología y el fácil acceso a buenas definiciones de grabación hace que sea mucho más sencillo grabar un "disco". Pero a nosotros el disco nos termina de enamorar cuando es algo físico, cuando sale de una fábrica envuelto en un celofán y llega a nosotros como una postal de viejas épocas. Todo ese proceso es lo que nos mantiene entusiasmados.
¿como emprendieron el proyecto de crear su propio disco discográfico, que sumo esto a la banda?
Cuando editamos nuestros propios discos, lo hacemos bajo un denominador común que es Von Halton, las dos palabras que reúnen todas nuestras grabaciones. Es casi una productora abstracta, es el lugar al que van los ingresos de la banda y que después financia nuestros discos. Somos una banda independiente y nos gusta que cada disco nuestro tenga -además de nuestro nombre- el nombre de lo que fue posible con nuestro trabajo, y eso es Von Halton. No pensamos en editar otras bandas porque no pasa por ahí la idea de nuestro "sello". Es más bien querer definir que detrás de la banda hay una familia que produce todas las cosas que la banda inventa. Al margen de eso, estamos en Triple RRR Discos, que es el sello que reeditó Dorado y Eterno y con el cuál vamos a editar nuestro quinto disco en 2014.

 

Las bandas que más nos gustan son aquellas que han sabido cambiar, que han desafiado la comodidad de su propio público ofreciéndoles cosas que no esperaban digerir, y que ahí encontraron sus obras maestras.

¿En este experimentar el cambio y la mutación, según su definición, de su estilo, cuanto le ha sumado cada integrante de la banda, fue un proceso natural o responde a la inquietud de alguno en particular?
Es un proceso no pensado, y no creemos que se trate de "uy, vamos a ser experimentales" porque sencillamente no lo somos. Es más, escucho un disco de la banda y si hay algo que no pienso es que se trate de algo experimental, sino más bien de algo rock clásico o pop en cierto punto. Lo que pasa que repetir una fórmula una y otra vez es aburrido. De ahí nos corremos. Cuando sentimos que llegamos a un lugar en el que empezamos a repetirnos, queremos corrernos. Sobre todo porque es aburrido para nosotros tocar siempre la misma nota. Las bandas que más nos gustan son aquellas que han sabido cambiar, que han desafiado la comodidad de su propio público ofreciéndoles cosas que no esperaban digerir, y que ahí encontraron sus obras maestras. Como muestra de eso, vale repasar nuestra historia como músicos antes de formar Thes Siniestros. Éramos músicos haciendo cosas con la misma idea que defendemos ahora: ser nosotros haciendo nuestra música. Si hay algo que nos gusta es sentir que lo que hacemos nace de nosotros y tiene esa personalidad. Hace poco alguien nos escribió diciendo que sentía melancolía por lo que fuimos en el primer disco, teniendo el cuarto disco en sus manos, algo que para él era una derrota ya que de lo superbailable y desenfrenado habíamos llegado -siempre con sus palabras- a algo meloso y con aires indie. Pensamos constantemente en esto del cambio pero como una necesidad natural, no como algo premeditado y fingido. Y lo que amamos nos lo demostraba, cuando pensábamos en el otrora incomprensible Pet Sounds, o Smile, o el Sgt. Pepper, o todo lo que podamos meter en esa bolsa gigante de los que alguna vez hicieron lo que nadie o muy pocos habrían querido que hicieran. Sin eso, tendríamos un archivo de los Beach Boys estancados en el surf, o unos Beatles con flequillo y trajecito haciendo beat a comienzos de 1970. Nos preguntamos para qué. Para qué, sabiendo que esa canción ya la escuchamos, y que en la sorpresa de escuchar algo por primera vez reside el amor que uno siente por el artista o la música. Gracias a Dios, los japoneses inventaron el botón REPEAT. Por eso, habiendo grabado un primer disco, un segundo disco, un tercero y un cuarto disco, pensamos un quinto disco que no hiciera lo mismo que esos otros. No tiene sentido, no es justo para con nosotros y lo que nos da alegría de la música. Sinceramente, ir detrás de eso como una traición es casi tan anacrónico como levantar la bandera de "Judas!" como grito de guerra. Y vuelvo a decirlo, más aún cuando uno repasa las bandas que tuvimos antes de Thes Siniestros, en donde precisamente el mismo concepto era el combustible de toda creación. Hemos perdido público por no seguir haciendo lo mismo, y afortunadamente ése no es el público que nos gusta, sino el que está dispuesto a entender que para llegar más lejos hay que dejar de caminar en círculos, que aunque es otra la canción siempre es el mismo cantor. 

¿Un dato muy interesante tiene que ver con la presentación de los discos en el exterior, como se dieron esas giras, que se rescata de las presentaciones, tuvieron las repercusiones que esperaban?
Hace tiempo, ya casi que no pesa. Estamos esperando viajar pronto de nuevo. En su momento fue hermoso porque realmente estábamos solos, los 3, organizando viajes de una banda de enmascarados que de repente tocaba en Chile, Brasil y Uruguay, y no éramos más que 3 personas en eso. No había nadie, ni siquiera en nuestros shows en Buenos Aires, más allá de nosotros 3 y el público. No se llenaba de amigos y de bandas en simbiosis, y tocábamos todo el tiempo, a veces hasta dos veces por fin de semana, en el conurbano y en el interior, y llevábamos toda la organización al tiempo que ensayábamos y viajábamos, componíamos, y trabajábamos. Estaba buenísimo pero era muy cansador. Ahora que hay más gente con nosotros es más fácil, pero estaba buenísimo poder de repente estar tocando en la frontera con Perú y saber que habíamos llegado hasta ahí solos, ya que ni en el diario salía que tocábamos.
¿Que importancia le dan a la estética de la banda, teniendo en cuenta el arte de tapa de los discos y la gráfica que los caracteriza?
Nos gusta pensar en la estética de la banda como el complemento de lo que la música nos da. Siempre lo pensamos así, por eso también eso va moviéndose a la par de la música. Es divertido encarar los flyers, los videos, esas cosas que hacemos más por diversión que por necesidad.

 

 

 

 

 

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